viernes, 25 de abril de 2008

CARTA DE RESPUESTA


Carta de respuesta a las declaraciones del Presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos

Esta carta es suscrita por un grupo representativo del colectivo de Ingenieras e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, con el objeto de dar respuesta a las declaraciones realizadas por D. Edelmiro Rúa, en las que éste, como Presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, cuestiona la capacidad de la mujer para enfrentarse a la carrera universitaria de Ingeniería de Caminos y acceder al mercado laboral. Dichas declaraciones fueron publicadas el pasado 14 de abril en el diario ABC, en el artículo titulado “La mujer abre Caminos”.

En esta carta se pone de manifiesto, aportando datos y argumentos objetivos, que las afirmaciones que realiza el Sr. Presidente del Colegio no reflejan la realidad de la situación de la mujer dentro del colectivo y que, por tanto, constituyen apreciaciones subjetivas de carácter personal del Sr. Rúa que carecen de rigor científico. Los datos estadísticos que han sido considerados en el análisis, se incluyen en el anexo a esta carta.

En concreto, el Sr. Presidente del Colegio afirma que “la media de los diez últimos años sitúa en un 42% la presencia de mujeres en las aulas de Caminos, sin embargo la media de las alumnas que logran acabar se sitúa en un escaso 17%.” A partir de estos dos únicos datos, D. Edelmiro Rúa se aventura a concluir que existe fracaso escolar en la carrera de Ingeniería de Caminos y además, que éste se presenta por razones de género, al manifestar que “habría que estudiar las razones del fracaso escolar de la mujer en este ámbito”. Del mismo modo, expresa lo que a su juicio es la raíz del problema: “es como si estuvieran menos centradas en lo que quieren que los chicos…cuando sube la carga de asignaturas, se descolocan”.

En este sentido, analizando los datos oficiales disponibles en la página web del Instituto Nacional de Estadística www.ine.es, se puede determinar que el porcentaje medio de mujeres en las aulas de las escuelas de caminos en siete cursos consecutivos (hasta 2005-2006), no se sitúa en el 42% como afirma D. Edelmiro, ni siquiera alrededor de este valor, sino que es del 28%. Además, de acuerdo con la misma fuente de información, comparando el número de alumnos inscritos en primer curso con el de alumnos que terminan la carrera, puede deducirse que el porcentaje de mujeres que abandonan los estudios de Ingeniería de Caminos es similar al de hombres, y se sitúa en torno al 35-36%. Es decir, el fracaso escolar en esta carrera universitaria no es una cuestión que atienda a diferencias por motivos de género.

Por otra parte, el Sr. Presidente del Colegio expresa en relación con la presencia de Ingenieras de Caminos en el sector de la docencia que “la mayoría de las ingenieras de caminos prefieren las oposiciones y huyen de la docencia” y así asevera que “…todos los ingenieros varones que sobresalen dan clases o están vinculados a la docencia…a ellas no les atrae la enseñanza”.

En relación con esta cuestión, de acuerdo con los datos oficiales del censo del año 2008 del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, disponibles en la página web www.ciccp.es, puede comprobarse que la afirmación que hace el Sr. Presidente del Colegio es incorrecta, ya que el porcentaje de Ingenieras colegiadas que se dedican al sector de la docencia en todo el territorio nacional resulta ser similar al de Ingenieros colegiados, y muy bajo en ambos casos, situándose en torno al 2-3%. Por otra parte, un número significativo de las Ingenieras e Ingenieros que suscribimos esta carta, consideramos que el sector de la docencia no nos resulta menos atractivo que otros sectores para el ejercicio de la profesión, por lo que el reducido número de colegiados que se dedican a la docencia habría que justificarlo en razones que nada tienen que ver con el género, ni con la brillantez de los varones a la que se refiere el Sr. Rúa.

Por otra parte, de acuerdo con la misma fuente de información del Colegio, el porcentaje de Ingenieras colegiadas que pertenecen al sector profesional de la Administración Pública también es similar al de Ingenieros colegiados, situándose alrededor del 11-12%. Es decir, las Ingenieras de Caminos no preferimos las oposiciones ni huimos de la docencia en mayor medida que los Ingenieros, como en cambio afirma D. Edelmiro Rúa.

Además, de las declaraciones del Sr. Presidente del Colegio enunciadas anteriormente, también parece desprenderse que éste considera de menor brillantez la opción laboral de las oposiciones respecto a la docencia. Sobre este aspecto cabe recordar, que las pruebas selectivas que deben superar los aspirantes a los cuerpos superiores de la administración pública son muy exigentes y además, constituyen mecanismos que, en la actualidad, son los que garantizan que el acceso a la función pública se realice en condiciones de igualdad y libre concurrencia, bajo los principios de mérito y capacidad, y atendiendo a criterios objetivos que, además, son públicos.

A este respecto, a partir de los datos de los cuatro últimos años de las oposiciones al Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos del Estado, publicados en el tablón de anuncios del Ministerio de Fomento y en el Boletín Oficial del Estado (www.boe.es), puede determinarse que el porcentaje de mujeres admitidas que superan con éxito la oposición es del 14%, y en el caso de los hombres se sitúa en un 11%.

En cuanto a la presencia de las Ingenieras de Caminos en el sector de la construcción, el Sr. Presidente del Colegio lo único que se limita a manifestar es que “…se habló mucho de ello en la Escuela, parecía poco apropiado que una señorita acudiera a un tajo, con falda y los peones diciendo barbaridades”. Afortunadamente la sociedad ha evolucionado desde entonces y, en la actualidad, se dan por superadas situaciones tan traumáticas para unos pocos como aquella que describe el Sr. Rúa. Además, en relación con la presencia de las mujeres en las obras, el Sr. Presidente del Colegio declara que “ahora ya te las encuentras en todas las obras y de todos los tipos”. Interpretando que “de los tipos” hace referencia a las obras y no a las mujeres, pues se trataría de un comentario aún más desafortunado, de esta afirmación se desprende que, por alguna circunstancia que no se expresa en el artículo, el Sr. Rúa considera que existen determinados tipos de obras para las que no son aptas las Ingenieras de Caminos.

Sin embargo, nos llama la atención que el Sr. Presidente del Colegio no haya hecho referencia en sus declaraciones a otras cuestiones que sí son fundamentales para conocer la situación de la mujer dentro del colectivo, como por ejemplo, la distribución porcentual de Ingenieras e Ingenieros de Caminos según los diferentes sectores profesionales. A este respecto, de acuerdo con los datos oficiales del censo del año 2008 del Colegio, puede concluirse que el 25% de las Ingenieras colegiadas pertenecen al sector de la construcción, mientras que este porcentaje es del 34% para el caso de los Ingenieros. Por el contrario, en la consultoría, la diferencia entre ambos porcentajes se invierte, con un 40% de Ingenieras colegiadas que pertenecen a este sector y sólo un 29 % de los Ingenieros. Un 35 % y 37 % de Ingenieras e Ingenieros colegiados, respectivamente, pertenecen al resto de sectores profesionales: administraciones públicas; docencia; empresas de transportes, comunicación y nuevas tecnologías; empresas de energía, agua y medio ambiente; empresas inmobiliarias, financieras y de seguros; organismos internacionales y actividades varias.

No obstante, hay que reconocer que el título del artículo, “La mujer abre caminos”, además de ser original, también hace honor a la verdad, lo que no resulta sencillo al encontrarse con obstáculos difíciles de franquear, como la ideología que profesa el Sr. Presidente del Colegio. En este sentido, transcribimos a continuación la cita del célebre matemático alemán Carl Friedrich Gauss [1777-1855] al que por cierto, el Sr. Rúa podrá presuponer una gran brillantez y excelente “visión espacial”:

"[...] cuando una mujer, debido a su sexo, a nuestras costumbres y prejuicios, encuentra obstáculos infinitamente mayores que los hombres para familiarizarse con esos complejos problemas, y sin embargo supera estas trabas y socava en lo más profundo, indudablemente tiene el más noble de los valores, un talento extraordinario y un genio superior"

Por todo lo expuesto, las Ingenieras e Ingenieros de Caminos que suscribimos esta carta:

1.- Manifestamos formalmente nuestra indignación y desacuerdo con las declaraciones realizadas por D. Edelmiro Rúa en el artículo “La mujer abre Caminos”, por las que consideramos que representa con muy poco acierto al colectivo que preside.

2.- Emplazamos al Sr. Rúa a que se retracte de las declaraciones y pida disculpas públicamente y en un diario de tirada nacional, a aquellas compañeras y compañeros pertenecientes al colectivo que hayan podido sentirse ofendidos por ellas.


Madrid, a 25 de abril de 2008


Las Ingenieras e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos

ofendidos por las declaraciones




miércoles, 23 de abril de 2008

NOTICIA EN ABC


El pasado día 14 de abril de 2008, el diario de tirada nacional ABC publicó la siguiente entrevista.


La mujer abre Caminos
14-4-2008 05:58:13

POR DOMINGO PÉREZ

MADRID. La de ingenieros de Caminos Canales y Puertos es una profesión sin paro. La tasa de desempleo no llega al uno por ciento. Es del 0.70% que, como explica el presidente de los colegiados españoles, Edelmiro Rúa, «es fundamentalmente gente que se encuentra en busca de nuevo empleo o en transición de un trabajo a otro».

Una situación privilegiada de pleno empleo que no distingue de sexos, pues «un titulado de Caminos cuando acaba, sea hombre o mujer, consigue trabajo seguro». Otras cuestiones son el número de mujeres que llegan a colegiarse y, por lo tanto, a ejercer, o el reparto de responsabilidades, ya que los puestos mejores y de mayor responsabilidad están copados por los varones.

Rúa destaca, sin embargo, que: «La presencia de la mujer está subiendo de manera muy rápida, aunque cuando uno ve datos estadísticos, comparados con los más de veintidós mil y pico colegiados que somos, todavía son muy pocas las mujeres: un 13% del total, pero un 29,7% durante los tres últimos años. Este último dato parece que ya es estable».Un apunte inquietante es que pese a que «la media de los diez últimos años sitúa en un 42% la presencia de mujeres en las aulas de Caminos, sin embargo la media de las alumnas que logran acabar se sitúa en un escaso 17%. Habría que estudiar las razones del fracaso escolar de la mujer en este ámbito», apunta Rúa.

Rúa, que fue director de la Escuela y aún imparte clases de Estructuras Metálicas en quinto curso, ha detectado que «cuando llegan las chicas a la universidad están más maduras que los chicos y se involucran más. Los chicos todavía son muy críos. Pero eso se nota durante los dos primero años, luego la cosa cambia y las chicas empiezan a irse por temas colaterales y pierden la perspectiva, el objetivo final. Es como si estuvieran menos centradas en lo que quieren que los chicos. Luego tienen algunos problemas con algunas asignaturas, porque da la impresión de que tienen menos visión espacial que los chicos. Por contra son más constantes que ellos, pero insisto eso se nota sobre todo al principio. Luego cuando sube la carga de asignaturas, se descolocan».

Árido para las mujeres

«Por algún motivo es una carrera y una profesión que le resulta árida a la mujer. No se saben muy bien los motivos, no hay ningún estudio, pero yo creo -continúa Rúa- que a pesar de lo mucho que se habla de la liberación de la mujer yo diría que en parte es ficticia. Los ejemplos los tenemos en el día a día. Yo conozco un caso de una arquitecta recién casada con un ingeniero industrial y a pesar de que se diga que al llegar a casa comparten las tareas del hogar, me temo que nunca es al 50 por ciento.»

Desde luego, la presencia de la mujer en esta ingeniería ha avanzado mucho. porque Rúa recuerda que él estudió la carrera «sin que hubiera una sola mujer en la Escuela. La primera ingeniera de Caminos que hubo en España salió de la Universidad en junio de 1972, Mari Carmen de Andrés. Ese mismo año, en septiembre saldría la segunda ingeniera, pero luego pasaron años hasta la tercera».

Lo cierto es que hasta bien entrados los ochenta no empezó a ser más frecuente la presencia de la mujer en las obras: «Por entonces, y se habló mucho de ello en la Escuela, parecía poco apropiado que una señorita acudiera a un «tajo», con falda y los peones diciendo barbaridades», señala Rúa.

En cualquier caso, el gran porcentaje de aquellas ingenieras de Caminos que salieron en aquellos años acudieron a las oposiciones en lugar de ir a la Educación, porque, curiosamente, tanto entonces como ahora no va ninguna, mientras que todos los ingenieros varones que sobresalen dan clases o están vinculados a la docencia. Por ejemplo, en estos momentos sólo hay dos profesoras titulares en la Escuela de Madrid y en las de fuera muy pocas más. Pero me da la impresión de que no es un problema de machismo, sino que a ellas no les atrae la enseñanza».

Poco a poco la situación en las obras se ha ido normalizando para la mujeres. «ahora ya te las encuentras en todas las obras y de todos los tipos», reconoce. Pero aún les quedan alguna conquista por hacer: las de los altos cargos.


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